
Queridos gramáticos:
Han transcurrido casi cuatro años desde nuestra última entrada. Ni la pandemia causada por el COVID-19, ni el trabajo, ni la vida social, ni la familia, justifican nuestra ausencia, así que os pedimos perdón por el largo retraso y agradecemos enormemente vuestra espera.
Leyendo la última entrada de diciembre de 2018, siento que puedo reinventarme, volver atrás y pensar en todo lo que ha cambiado y cómo habría sido la vida si algunas cosas no hubieran ocurrido. En estos cuatro años, muchas de los sucesos que han marcado lo que iré desgranando en futuros escritos, eran realmente impensables. Eso es lo bonito de la vida, no ser capaz de predecirla.
BertaGrama Traducciones también ha cambiado. Nunca paró, a pesar de la pandemia y de otros menesteres. Sin embargo, la fui tallando hasta que quedó en su forma natural, la que ni siquiera yo había podido vislumbrar. BertaGrama Traducciones ha pasado de ser una agencia multilingüe, agrupando hasta siete combinaciones lingüísticas, a dedicarse exclusivamente a lo que nos gusta y se nos da bien: 1) la traducción jurada de inglés; 2) la traducción del chino y del inglés al español; 3) (y esto es nuevo) la enseñanza del chino a hispanohablantes y del español a sinohablantes. Estoy agradecida de poder seguir colaborando con agencias que ofrecen innumerables combinaciones lingüísticas, pero yo he preferido quedarme en mi esencia, en lo que disfruto haciendo y procuro hacer bien, y eso son tres cosas: enseñar, traducir y escribir.
En estos cuatro años, hemos aumentado el volumen de trabajo debido a la enseñanza, por eso Pasaporte a la traducción ha quedado relegado. Sin embargo, llevo todo el año con la idea de presentar una nueva entrada, y esta es la introducción de una especie de analepsis (lo que coloquialmente se conoce como flashback) en la que os voy a enseñar, si me lo permitís, todo lo que he aprendido, de temas que van desde la enseñanza de idiomas hasta la literatura de nuestra lengua nativa, pasando por estaciones que ni yo misma me imagino en este momento.
Pasaporte a la traducción, a día de hoy, se presenta en su lado más íntimo, con la idea de revelar los conocimientos que puedan ayudar a otros. Os invito a curiosear, a seguir el ejemplo de los niños, a buscar el asombro. Os espero y os leo atentamente.
Un cariñoso saludo,
Berta